Se supone que los mejores serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando para ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida: sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advierten su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
José Javier Oliva, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían... ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía siempre a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran los más capaces.
El criterio de Oliva parece apenas sentimental, pero es también estratégico: uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán.
Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.
“Si yo se que tú eres, y tú sabes que yo soy, quién va a saber quien soy yo cuando tu no estés” Alejandro Dolina.
socio para mi una de las cosas mas importantes en mi vida son mis amigos, ellos seguro k se dejaran sus piernas si hace falta por mi, al igual k hago por ellos desde k los conozco, YO NO HE NACIO PARA GANAR, he nacio para disfrutar y con ellos lo he exo desde k empece a disfrutar en esto del futbol, no me supone nada k me paguen por hacer algo con gente k no me aportan nada a mi vida, pork seguramente ellos me intentaran pisotear en cuento puedan.
ResponderEliminarprefiero ser el ultimo con mis amigo k el primero sin tener a kien abrazarme cuando gane un partido