Sin duda es la visión perfecta de ese acontecimiento y quienes lo moldearon. Desde la intimidad, la simpatía y la naturalidad, los personajes nos descubren sin aspavientos anécdotas, detalles y alguna interioridad de tono medio que enriquecen las imágenes sin desplazarlas. No hay gran cosa que contar para desilusión de los alquimistas porque esta historia se cuenta casi por sí sola, lo que suele dificultar su realización. La normalidad tienta a los maquilladores y a los cirujanos de la imagen a elevar el tono del drama. Aquí, el camino elegido ha sido seguir el curso de un río de caudal extraordinario y detenerse a contemplarlo en la dulce e histórica desembocadura del partido contra la Oranje.
Magnífico Informe Robinson porque lo más complicado para un medio de comunicación es participar de una gesta sin pretender formar parte de ella, y lo logra. Las emociones fluyen y las cámaras las recogen ayudadas por luces bajas que siluetean el perfil del corazón del mejor fútbol jamás visto, como le reconoció a Xavi el seleccionador alemán Joachim Löw al término de la semifinal con España.
Por todos los que alguna vez hemos soñado con jugar ese partido. Por todos los que creímos que nunca lo veríamos.Por todos los que amamos este deporte. Por todo lo que nos ha quitado la historia. Gracias, muchas gracias por hacernos Campeones del Mundo, por poder decir que España ha ganado un Mundial, por hacernos soñar sin estar allí. Gracias.
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