Todos los entrenadores pensamos al iniciar la temporada qué partidos serán los más difíciles, qué rivales se han reforzado mejor, de qué jugadores vamos a disponer durante la temporada… pero nunca sabemos qué papel vamos a jugar en el caso de los padres.
Todos los equipos tienen sus peculiaridades, todos los niños y jugadores son distintos pero, a veces, me quedo sorprendido ante algunas frases que domingo tras domingo voy oyendo por los campos de fútbol (en muchos partidos, apenas los niños aún no tienen ni fuerza para levantar el balón).
Frases cómo:
"¡Es que tienes que hacerlo todo porqué tus compañeros son muy malos!"
"¡Mi hijo es Messi!"
"Mi niño si que tiene futuro..."
Podríamos pasarnos horas comentando frases semejantes, pero prefiero analizar estás 3 para sacar conclusiones.
Nunca debemos infravalorar a los compañeros de nuestros hijos (y menos delante de ellos).
Al niño, esto no se le olvidará y poco a poco se irá acomodando a su situación y como consecuencia no seguirá progresando al nivel que debería, ya que aunque lo pensemos, debemos saber que ellos son suficientemente hábiles para saber a que nivel se encuentran respecto a sus compañeros.
Por la famosa frase de ¡Mi hijo es Messi!, diría claramente un NO.
Para todos, nuestros hijos son los mejores del mundo; no obstante, debemos dejar que disfruten y que hagan lo que les gusta de la forma que ellos más la disfruten. No nos engañemos, si tiene que ser “Messi”, lo será. Pero no le beneficiamos en nada, diciéndole a él. Es obvio que si el niño se tiene que dedicar a vivir profesionalmente del fútbol, hoy en día, todos los clubes de primer nivel mundial tienen unas infraestructuras impresionantes, capaces de captar al jugador del equipo más humilde de cada región.
También otra perla es: “Mi niño si que tiene futuro…” inconscientemente, si hablamos esto delante de otros padres, estamos infravalorando a los demás. A esto, cabe añadir que seguramente el “niño” tiene futuro, pero tal vez él juegue al futbol porqué le gusta y su futuro es ser arquitecto, informático o tal vez bombero… ¿o es que esto es no tener futuro?
Mención aparte para los padres que se dedican desde el minuto 0 a insultar y agredir verbalmente a los árbitros (no deben olvidar que sus hijos lo oyen todo).
Os dejo una anécdota de hace un par de semanas. Fui a ver un partido de regional, al terminar se jugaba un partido de Pre benjamines (6-7 años), el árbitro no tendría más de 16 años. No llevaban ni 15 minutos de partido cuando un padre hacia intentos de saltar al campo amenazando claramente al pobre chico que estaba arbitrando. En ese momento pensé un poco y dije: ¿vale la pena? ¿Realmente a este pobre árbitro la interesa esto por unos 15-20 euros que pueda ganar?
Mi sorpresa fue aún mayor, cuando este padre empezó a llamar a su hijo para que abandonara el campo. ¡Se lo quería llevar porqué estaba desconforme con el árbitro!
Se que esto es la minoría, y que cada vez serán menos los “personajes” de este tipo que se vayan acercando a los campos. A la vez, también comentar que el resto de padres mostró su disconformidad con dicho “personaje” y le recriminaron su comportamiento.
Tal vez prefería empezar hablando de lo nuestro, el fútbol, pero por las circunstancias, me veía obligado a comentar este tema ante la barbaridad de aberraciones que cada semana podemos escuchar en los campos de fútbol. No olvidéis nunca que el fútbol es un juego y vuestros hijos están jugando.
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