Hay días en que las cosas no salen y otras que aun saliendo no se ven reflejadas en el marcador. Hoy ha sido uno de esos días extraños… unos de esos partidos que se pueden llevar jugando uno media vida y sabe que nunca va a ganar. Se puede correr, pelear, jugar en algunos momentos bastante bien, pero la pelotita no quiere entrar.
Durante el partido de esta mañana he llegado a anotar un total de nueve ocasiones claras de gol, y otras pocas que aun teniendo posición favorable y clara para dar el ultimo pase hemos errado en la toma de decisión final.
No tengo nada que reprochar a mis jugadores. El exceso de ansiedad, de precipitación y finalización rápida, y la presión que han tenido que soportar durante todo el encuentro no hemos sabido canalizar y jugar con ella. Son de estos partidos tan complicados de jugar, que si paras un segundo… te duermes y si juegas al primer toque o rompes con una carrera explosiva, vas alto de revoluciones y al final el resultado es el mismo… error en la toma de decisiones. Ninguno de nuestros jugadores ha sabido leer el partido y darle el tiempo que se necesitaba para sacar el resultado a favor.
Tenemos mucho que trabajar durante estas semanas para que cuando nos vuelva a suceder algo similar sepamos como actuar en el terreno de juego. Es normal que sucedan estas cosas, la mayoría de jugadores son inexpertos en esta categoría y el ímpetu, la fuerza y las ganas por querer que las cosas salgan bien, juegan la mayor parte de las veces en nuestra contra.
Desde que el colegiado decretara el comienzo del partido se vio la gran diferencia entre los dos equipos. El nuestro muy bien colocado en el terreno de juego, con mucho criterio a la hora de jugar el balón y penetrando con peligro por ambas bandas. En frente un conjunto muy mermado, con una defensa muy apática que solo hacia quitarse balones de encima. Pero aun y así el equipo nuestro no era capaz de materializar ninguna de las ocasiones… Rubio, Iván, Rivas, Agustín… no estábamos teniendo suerte y sin quitarle ningún merito a las intervenciones del portero rival.
Con el resultado de 0-0 nos dirigimos al vestuario.
Todo hacia presagiar que a no ser que el equipo cambiara la dinámica de trabajo, el resultado no iba a cambiar mucho… Y fue justo en la segunda parte, debido al desorden táctico de ambos equipos, al cansancio acumulado, y la fatiga de algunos jugadores del equipo rival cuando el partido empezó a romperse y podría pasar cualquier cosa. Y así fue cuando en un bacón sin peligro aparente alguno, el delantero lo bombea hacia la portería y entra dentro de ella para el asombro de todos los allí presente. Como era posible, que en la única “llegada” por llamarlo de alguna manera, el equipo rival se pusiera por delante en el marcador.
El equipo nuestro seguía estrellándose una y otra vez con la defensa rival y no era capaz de crear situaciones de peligro y en un despiste de la zaga, realizamos una buena entrada por banda derecha, con centro atrás y después de varios rechaces, D. García manda a la red desde dentro del área y llevar el empate al marcador. El encuentro sigue loco con idas y venidas y en una acción desafortunada y no bien llevado por nuestro jugador y precedida de una falta a este en el centro del campo, inexplicablemente, le roban el balón penetrando en el área y haciendo nuestro jugador un claro penalti que el arbitro señala y a su vez perdona la expulsión a nuestro compañero.
Era el minuto 86 cuando el capitán del CD. Santa Olalla se disponía a tomar carrerilla para lanzar desde la pena máxima. Ejecuta y… Gol, pero el colegiado manda a volver a repetirlo. Y las cosas del fútbol y el porqué este deporte es tan realmente bonito… Cuando todo estaba prácticamente perdido, cuando todos estábamos convencido de que este partido no se iba a ganar, de nuevo el capitán visitante toma carrerilla y como si fuera un portero de balonmano, Fernando Cera de forma magistral saca la pierna izquierda y para el penalti, la jugada continua… los rivales se lamentan de la ocasión desperdiciada y los nuestros avanzan hacia la portería del equipo visitante y es cuando David Moreno en una galopada por banda izquierda penetra en el área, levanta la cabeza, define cruzandosela ante la salida del portero y nos pone por delante en el marcador. Increíble pero cierto.
Después de todo lo sufrido, de todo lo fallado, cuando todo eran lamentaciones… conseguimos alzarnos con el triunfo.
Sin lugar a dudas, lo mejor de hoy el resultado. Felicitar al equipo por no perder la fe en el triunfo, pero… hay mucho trabajo por hacer, muchas ideas que aclarar y muchos conceptos que por mas que se trabajan hay jugadores que no quieren ponerlo en beneficio del grupo, y señores, estos es cosa de todos…
Once Inical: Cera (5), Reyes (5), Kellian (3), Antonio (3), Raul (3), Agustin (2), Alex (2), Brian (2), Ivan (2), Garcia (2), Rubio (2).
Suplentes: Saul (2), Rivas (2), Aaron (3), Carlos (3), Adrian (2)
Ahora toca descansar, disfrutar de la victoria y el martes a seguir mejorando.
“Yo creo en la suerte. Entre más trabajo, más suerte tengo.”
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