ANTES: La comida a de ser pobre en grasa y fibra, pero rica en hidratos de carbono y deberá mezclar hidratos de carbono de acción rápida (pan, cereales, patata), media (pastas) y lenta (legumbres, fruta).
La cantidad de hidratos de carbono será mayor cuanto más tiempo falte para la competición. En la hora previa es muy recomendable que todo alimento que se ingiera sea líquido.
La hidratación es un factor muy importante, ya que la deshidratación no solo disminuye el rendimiento físico sino que también pude suponer un riesgo para la salud.
La ingesta de líquidos antes, durante y después de una actividad física es importante para mantener el equilibrio hídrico y aumentar la cantidad de hidratos de carbono disponibles para ser utilizados por los músculos.
DURANTE: La alimentación durante el ejercicio, un entrenamiento prolongado o una competición, se mantendrá también con líquidos que contendrán un 5-8 % de hidratos de carbono. Si el ejercicio dura menos de 60 minutos y se desarrolla en un ambiente caluroso, la

DESPUÉS: Tras el ejercicio la alimentación ha de orientarse a recuperar el glucógeno muscular, para mantener el rendimiento físico en sesiones posteriores.Se recomienda ingerir una cantidad importante de carbohidratos, preferentemente de rápida asimilación, inmediatamente y en las horas posteriores a la sesión de ejercicio.
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