Lo que debería saber el formador antes de estimular la inteligencia de juego.
Continuamos haciendo referencia a Horst Wein, más conocido en el ámbito del fútbol como formador de formadores en el fútbol infantil y adolescente. El autor alemán, apoyándose en el método 'Fútbol a la medida del niño", nos invita a reflexionar de la importancia del estimular al joven jugador en busca de un mayor rendimiento en la inteligencia de juego.
La formación de un joven futbolista, desde el punto de vista cerebral, consiste esencialmente en aportar, en los momentos en los que el jugador esté atento e interesado, los estímulos necesarios para establecer el mayor número de conexiones entre las células cerebrales, y además rodear al joven con un ambiente afectivo y aportándole un modelo adecuado a imitar.
El código genético de cada jugador marca el número total de las células nerviosas – las neuronas- en su cerebro ( alrededor de 100 billones), y según los últimos avances científicos también el de las células glia, sin las cuales las neuronas no pueden funcionar porque las nutren y protegen. En la revista “Scientific American” de abril de 2004, R. Douglas Fields afirma en su artículo “Has Science Missed Half of the Brain?” que la neurocientífica Marian C. Diamond descubrió en la autopsia del cerebro de Albert Einstein un número de neuronas y un tamaño de las neuronas casi normal, aunque el número de células glia fuera mayor de lo normal. Rodean las neuronas completamente. Diamond asume que ellas y no el número de neuronas, como se pensó hasta poco, son las verdaderas responsables de los conocimientos, porque activan las neuronas para conectarse entre sí y así desarrollar la memoria. Según R. Douglas Fields, la inmensa red de glia está constantemente en contacto con la red de neuronas, estableciendo innumerables conexiones entre las neuronas desde la edad embrionaria hasta la edad avanzada, condicionando el aprendizaje a largo plazo.
Para que puedan crecer las prolongaciones de las neuronas para así conectarse entre sí, son necesarias las células glia y ... los estímulos del entorno.
El código genético de un joven puede ser considerado como una semilla que sin recibir agua y sol no fructifica. Así, la totalidad de neuronas y células glia que posee un niño desde su nacimiento necesita una gran variedad de estímulos que define finalmente si se produce un progresivo desarrollo cerebral o no. Sin una adecuada estimulación, el código genético no nos garantiza un jugador completo e inteligente. ¡El futbolista nace y se hace!
Al igual que las mejores cepas de una uva no dan un excelente vino si se cultivan en un lugar equivocado, futbolistas con un código genético que les facilita el desarrollo de las prolongaciones neuronales que no reciben los estímulos adecuados que inciten a las neuronas cerebrales a conectarse entre sí en los primeros años de su vida, tampoco desarrollan su potencial innato, en los ámbitos de casa y la escuela de iniciación deportiva entre 4 y 7 años.
"Educar no sólo requiere un programa de estimulación cerebral. Es necesario que, además, exista afecto, esfuerzo y constancia", Francisco Kovacs.
La capacidad de las neuronas para emitir prolongaciones y formar circuitos no es constante a lo largo de la vida y una vez establecidas las conexiones hay que hacerlas funcionar con frecuencia para que no se atrofien. Leonardo da Vinci ya decía: “¡El talento se perdió sin trabajarlo!”
A medida que la maduración y el funcionamiento del cerebro avanzan, los estímulos deben ser más complejos para garantizar el crecimiento constante. Es conveniente organizar una sucesión de estímulos adecuados que se adapten siempre al calendario del desarrollo cerebral del jugador, como demuestran los programas de los juegos simplificados formados por 2, 3 y 4 jugadores en un equipo y una propuesta para una progresión lógica de las competiciones formativas que son detallados en el método formativo del autor: “Fútbol a la medida del niño”.
Un niño normal explora constantemente su entorno. También en el campo de fútbol. Una formación correcta garantiza que esa exploración en presencia de un profesor sea exitosa. Por eso el formador a parte de impartir con un estilo de enseñanza estimulante debe disponer de suficientes juegos a la media del niño como para que el alumno se divierta constantemente y además reciba los estímulos necesarios para el desarrollo óptimo de sus capacidades cerebrales. Los juegos en “Fútbol a la medida del niño”son planificados de forma que, además de divertirle constantemente, estimulan el desarrollo de conexiones neuronales, aptitudes cerebrales y habilidades físicas. Del mismo modo contemplan los mecanismos por los que el niño y el adulto aprenden a relacionarse con los demás compartiendo juegos, esfuerzos en común y relaciones afectivas.
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