jueves, 29 de septiembre de 2011

Motivación de jugadores que no participan mucho en el equipo

Muchos de nosotros, entre los que me incluyo, hemos sido futbolistas de cantera, y hemos sentido en muchos momentos cómo nuestra carrera peligra de cara a ser futbolista cuando llegamos a la edad juvenil. Aquí hablaremos sobre ello.

Para saber algunas experiencias hablaremos de algunos ejemplos de ello, como es el caso de un central que actualmente se encuentra en Sevilla Atlético y nos cuenta su experiencia recién pasado al Sevilla C…

“El año más difícil fue el primero sénior en el Sevilla C, donde aún viniendo con una buena progresión del año anterior y continuando con el mismo entrenador, no tuve mucha continuidad. Te puedo decir que son momentos difíciles aunque no he pensado nunca en dejarlo porque mi entorno siempre me ha apoyado y al fin y al cabo la decisión de jugar o no jugar la tiene una persona que es el entrenador”

“Que no le gustes a una persona no quiere decir nada, si eres abierto de mente y consciente de que hay más mundo. Lo que si es verdad es que es difícil adaptarte a no jugar cuando vienes de jugar siempre y cometí muchos errores, que a su vez te llevan a no jugar… Como no implicarte mucho con el equipo, chocar con los entrenadores en algunas circunstancias, no viajar con el equipo cuando no estás convocado y detallitos qué en todo caso te hacen restar o desde luego no sumar”

Como entrenador siempre debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Todos los miembros de la plantilla deben tener el mismo trato.
  • Los jugadores que participan menos son los que se debe estar más encima, es decir, intentar que adquieran el estilo de juego del equipo para poder hacerles partícipes del equipo.
  • Tienen que sentirse recompensados cuando realizan un buen trabajo.
  • La comunicación con ellos debe ser más fluida y hacerles ver lo que tienen que cambiar para que jueguen.

Si eres jugador y te encuentras en esta situación, te recomiendo:

  • Como ha dicho Hugo, lo normal es que estés con ese entrenador un tiempo determinado, por lo que su opinión sobre ti como jugador no significa nada, igual con el siguiente eres titular.
  • Trata de hacer caso a lo que te pide el entrenador, y si no lo sabes, pregúntale. Él es quién decide a quién poner, y si no cumples lo que pide, no te pone.
  • No entres en conflicto con el entrenador ni los compañeros. El que vean que sumas es un punto a tu favor para darle la vuelta a la situación.
  • También te digo que tienes que ser realista. A lo mejor llega un momento en el que no puedes seguir en el equipo porque tu nivel no es el adecuado. No quiere decir que lo dejes, si no que habrá que buscarse otro equipo donde puedas jugar más.

martes, 27 de septiembre de 2011

Reglas a seguir en un estilo de juego ofensivo

Hoy hablaremos sobre una serie de puntos a tener en cuenta si queremos contar en nuestro equipo con un estilo de juego basado en el ataque. Los puntos son los siguientes:

Toque, toque y más toque
, tener la posesión de la pelota es imprescindible, si tienes la pelota no te pueden marcar y el que tiene la opción de hacerlo eres tú. Evitar cualquier pelotazo innecesario.

La posesión de la pelota hay que tenerla, pero con un objetivo, MARCAR
, siempre tener la pelota pero buscando la portería, y para eso basamos nuestro juego en tres movimientos, toco, me muevo y busco el apoyo al compañero.

Presionamos en todo el campo
, desde el delantero al portero, la defensa jugará adelantada e irá retrasándose conforme vaya avanzando el equipo contrario.

Imprescindible hacer daño desde segunda línea.
Los laterales deben incorporarse al ataque casi como extremos, el mejor ejemplo de ello es Dani Alves, que como hemos visto en muchas ocasiones, aparece a la espalda de los laterales con un pase elevado…Aquí tenéis el ejemplo.



Las jugadas de estrategia son básicas siempre tanto en defensa como en ataque
. Buenos lanzadores son muy necesarios para que este tipo de acciones se lleven a cabo con éxito. Tengan muy en cuenta un aspecto que se utiliza en los últimos años como son los bloqueos, tanto al portero, como a otros defensores para facilitar el remate de otros compañeros.

Jugadores de calidad en posiciones adelantadas.
Ya sea como un centrocampista adelantado, como un media punta o un delantero. Es imprescindible contar con alguien creativo en nuestro equipo que pueda ver ese último pase o definir de la manera más dificultosa. Abrirán las defensas bien formadas con creatividad o goles de calidad.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Jornada 1: Zalamea CF 4–0 Nerva CF

goldepablo

El Zalamea CF doblegó al Nerva Cf por un contundente 4-0 en su debut liguero en el Perea Anta. Los de Rocha, muy superiores en la segunda mitad, tuvieron su fuerte en el plano físico y táctico. En la imagen Pablo es abrazado por el resto de compañeros tras anotar el 0-2 en un bonito libre directo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Tu eres el resultado de ti mismo

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie porque fundamentalmente tu has hecho tu vida. Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote.

El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error. Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.

No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu fracaso. Si Tú has sido el ignorante, el irresponsable, Tú únicamente Tú, nadie pudo haberlo sido por ti. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los violentos, a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo. Piensa menos en tus problemas y mas en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer del dolor y a ser mas grande, que es el mas grande de los obstáculos. Mírate en el espejo de ti mismo. Comienza a ser sincero contigo mismo reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti mismo, mas libre y fuerte, y dejaras de ser un títere de las circunstancias, porque Tu mismo eres el destino y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

Levántate y mira por las montañas y respira la luz del amanecer. Tu eres parte de la fuerza de la vida. Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados. Pablo Neruda.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Principio Educativo: Estimular el liderazgo y el compromiso en el juego

Necesitamos buenos líderes. Pero no sólo los directores técnicos. Se necesitan buenos líderes en la gestión política del Estado, líderes en el campo social, empresarios líderes en el terreno económico, líderes en las instituciones juveniles y estudiantiles y por supuesto líderes en el campo de juego, en la cancha.

Pero llegados a este punto, ¿Qué entendemos por líder? Un líder es todo aquel que, comprometiéndose en una tarea, es capaz de influir en el resto. Ni falta hace decir que todo formador debería tener antes que nada una buena dosis de liderazgo, comprometiéndose en la mejora continua de sus jugadores.

Pero en este apartado no es del técnico de quién queremos hablar, sino de los propios jugadores. Si de verdad creemos en la formación integral de nuestros jugadores debemos otorgarles la posibilidad de desarrollar, dentro del contexto futbolístico, dotes de líder comprometido con el equipo y con el juego. Y esto es entrenable y por supuesto mejorable.

Hasta la fecha, en muchos casos cometemos el error de confundir "liderazgo" con "reconocimiento externo" y asumimos como cierto que en todo equipo debe haber, por sistema, dos o tres jugadores que asuman ese rol: los capitanes. No, eso no es educar para el liderazgo.

Todo el mundo, y mucho más un joven, puede desarrollar habilidades de líder. Sin embargo antes de planificar cualquier estrategia educativa al respecto, conviene determinar qué cualidades definen a un líder dentro de un grupo o equipo en nuestro caso.

Existe una abundante y muy reciente bibliografía a este respecto, pero nos quedamos con la aportación de Carlos M. Moreno Pérez, el cual define dos facetas fundamentales de todo líder: ser persona y ser dirigente, siendo en la primera de ellas donde más margen tenemos de trabajo como formadores futbolísticos.

Este autor señala siete cualidades de todo líder en su faceta "ser persona": el respeto, la generosidad, la paciencia, la dignidad, la capacidad de escuchar, la humildad y la ejemplaridad.

Los educadores futbolísticos, los técnicos tienen que ampliar el margen de maniobra en el proceso de formación del jugador para el desarrollo de estas cualidades de liderazgo y compromiso en cada uno de nuestros jugadores. He aquí una muestra de ello:

- Educación para el respeto:

• Respeto a toda la comunidad del club (compañeros de equipo, técnicos, empleados, padres, dirigentes).
• Respeto a los participantes en la competición (rivales, árbitros, público).
• Respeto al entorno (instalaciones, material deportivo, entorno natural).

- Educación para la generosidad:

• Generosidad en el agradecimiento y reconocimiento a compañeros, técnicos, familiares por ayudarle a mejorar como persona y jugador.
• Generosidad para compartir con los demás las mejores cualidades de uno mismo, ayudando así a los otros a ser mejores.
• Generosidad en el esfuerzo en cada entrenamiento y en cada partido contribuyendo al éxito del equipo a partir del compromiso de uno mismo.

- Educación a ser pacientes:

• Pacientes con la obtención de resultados, ya que éstos no deben ser fruto de lo inesperado sino del trabajo constante y duradero.
• Pacientes con los errores ajenos: nuestros compañeros, el árbitro, el técnico, el rival ... todos ellos desean hacerlo igual de bien que uno mismo.
• Pacientes para aceptar la suplencia frente a otros compañeros: todos tienen nuestro mismo derecho a jugar.

- Educación por la dignidad:

• Dignos de representar a una institución deportiva en una competición.
• Dignos de gozar de la confianza de los técnicos, compañeros, familia, y todos aquellos que confían en nuestra ilusión por convertirnos en futbolistas.

- Educación para la capacidad de escuchar:

• Escuchar a los técnicos para aprender de sus conocimientos.
• Escuchar a los padres para crecer y convertirnos en personas honradas.
• Escuchar a los compañeros, porque de todos ellos podemos aprender nuevos valores.

- Educación para la humildad:

• Humildad porque la victoria en el deporte tiene fecha de caducidad y los éxitos tan pronto se convierten en buenos recuerdos.
• Humildad porque siempre estamos a tiempo de aprender algo nuevo.
• Humildad porque sin los demás (técnicos, compañeros, familia) nuestros logros serían mucho menos frecuentes.

- Educación para la ejemplaridad:

• Ser ejemplo en el trato a los demás dentro y fuera del terreno de juego.
• Ser ejemplo en la voluntad y compromiso de mejora continua.
• Ser ejemplo para enfocar los retos con optimismo, confiando en las posibilidades de uno mismo.
• Ser ejemplo de tenacidad ante las dificultades.

Todo esto es lo que hace de la persona que juega al futbol y de la que al mismo tiempo camina por la vida un VERDADERO LIDER POSITIVO.

En la próxima entrega trabajaremos el Principio educativo: Aceptar el valor de lo singular dentro del funcionamiento del equipo

martes, 13 de septiembre de 2011

Paracaidistas y entrenadores

Este fútbol, travestido en un cochino negocio donde lo irrelevante es jugar bien y lo único que cuenta es ganar, ha dinamitado el ecosistema de los entrenadores. Ahora los técnicos tienen que adaptarse a una atmósfera cruel, donde su estatus se corresponde con el signo final de los partidos. Si ganan, son más importantes que los Ministros de Asuntos Exteriores y sus decisiones están por encima del bien y del mal. Si pierden, son desecho de tienta y están condenados a morir electrocutados, agonizando en un banquillo en forma de silla eléctrica. Paracaidistas de oficio y empleados con dotes de padres, psicólogos y charlatanes, los entrenadores han aceptado, casi sin darse cuenta y por imposición de un sistema corrupto, la obligación de ser hijos del resultado. Es decir, maletas con ruedas. Siempre han estado expuestos a las exigencias del público y a los caprichos de los presidentes, pero su especie corre serio peligro de extinción en los últimos años porque, aceptando esa patraña de que su valía depende en exclusiva de los resultados, han cedido ao_seleccion_espanola_vicente_del_bosque-1743072 las urgencias de sus presidentes y a la inmediatez del periodismo, que juguetea con su reputación según el resultado del partido del día anterior.

Marcelo Bielsa es un ejemplo puntual de que los entrenadores de este fútbol tienen prohibido perder. Sus equipos intentan manejar la pelota, ser protagonistas y llevar la iniciativa, pero en sus partidos, mientras su Athletic puso la poesía, vio cómo sus rivales cobraron los derechos de autor. Bielsa también está comprobando que, a pesar del cariño de una afición y de la liturgia de San Mamés, el fútbol de hoy no tiene paciencia para fabricar los equipos del mañana. El fútbol de hoy responde a unas claves de fugacidad que destrozan cualquier currículum. Despreciado el debate sobre qué es jugar bien y cómo se pretende hacerlo, prostituído en aras de las apetencias del periodismo (que vive del contraste entre señalar triunfadores y fracasados) y del dinero en juego, los técnicos están sometidos a un examen diario. Una derrota implica la visita de la Santa Inquisición y un día menos para ingresar en la cola del paro. rafa_benitezUn empate otorga bula temporal de siete días, hasta la siguiente oposición. Y una victoria coloca al entrenador en una posición de privilegio, donde todas y cada una de sus decisiones y declaraciones no se discuten, porque están por encima del bien y del mal.

Así es la consecuencia directa del cliché más falso del fútbol, el que atribuye a los entrenadores la meritocracia exclusiva de cada partido. Si se gana, matrícula de honor para el técnico, un fenómeno, jugó con siete centrales pero todo está bien, porque él es el que sabe y sus ventosidades huelen a perfume. Se perdió, culpa del entrenador, es un tarado, el tipo fue un atrevido que salió con tres delanteros dando espectáculo, pero se le escapó la tortuga y todo fue un desastre. Recostado en el marcador, siempre pendiente del bolsillo y no del espectáculo, este fútbol que hoy es negocio se ha vendado los ojos para no ver más allá de sus narices, más allá del resultado. Siempre invicto, el periodismo jalea al vencedor y hace trizas al perdedor (pasando de puntillas sobre el juego desplegado), A1-1800509879haciendo bandera de unos mensajes que, gracias a sus enorme caja de resonancia, provocan falsos debates entre la opinión pública, consiguiendo que los directivos que ficharon a sus entrenadores con un propósito, cedan a la presión y terminen olvidando, en sólo dos partidos, para qué los contrataron. De ahí que, cada domingo, se publicite un nuevo estereotipo de entrenador que ha descubierto la penicilina. Un tipo que prescinde del espectáculo, pero que garantiza resultados instantáneos y que ha descubierto una metodología innovadora y un sistema táctico infalible. Aficionados, periodistas y presidentes de los clubes, abducidos por la presunta panacea universal de estos gurús, se han entregado a la teoría del absurdo: Los partidos los ganan y los pierden los entrenadores.

Real Zaragoza - Real Murcia / foto: José Miguel Marco  2008-212714.JPGEl resultadismo, veletismo al poder, entraña una acitud cainita y precipita un escenario donde cualquier análisis serio queda solapado por si se ganó o si se perdió. A Caparrós, resultados excelentes y fútbol pobre, se le pedían más Muniaínes y menos Kokilis. Bielsa cumple lo que se pedía y ya está en el alambre. Además de tener que soportar repugnantes prejuicios desde que llegó (la palabra "cojones" no aparece en su vocabulario y eso provoca el rechazo del zafio paladar periodístico), Bielsa tiene que ver cómo le basurean el crédito porque dos resultados no correspondieron al mejor juego de su equipo. No es el único. Guardiola, líder espiritual del mejor Barça de la historia, tampoco es inmune a estos efluvios críticos de los profetas del resultado, que le echan en cara sus decisiones, su táctica y su alineación en Anoeta. No importa que durante los dos últimos años haya rotado de manera continua y su equipo haya ganado 12 títulos de 15 posibles con un juego admirable. Los que le señalan, en foro público, censurando "su" mísero empate a la vez que exoneran a sus futbolistas, son los mismos agoreros que profetizaban que el Barça le quedaba muy grande, porque Guardiola era un sub-producto de todo a cien, que procedía de Tercera División. Son los mismos que se sulfuran cuando Guardiola, a través de su magisterio ejemplar, explica que existen entrenadores que aman su profesión. Y que el fútbol, ayer, hoy y siempre, es de los futbolistas.

Escrito por Rubén Uría

jueves, 8 de septiembre de 2011

El ejercicio del Míster (3 y 4)

A continuación se plantean dos tareas para el entrenamiento de la fuerza a distintos niveles. Se plantean 3 postas distintas haciendo hincapié en la distinta musculatura del tren inferior, encadenando siempre dichas postas con distintos elementos técnicos.

Ejercicio 3

ejercicio3

Ejercicio 4

ejercicio6

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Poetas del Fútbol. César Luis Menotti

Hay quien considera que César Luis Menotti creó el fútbol de izquierdas como si el balón fuera sensible a las ideologías. Su figura aisla cualquier creencia política porque esencialmente es la de un filósofo, la de un defensor del juego de ataque, la de un amante del espectáculo. "El gol debe ser un pase a la red", dijo. El Flaco es el entrenador argentino cuyas ideas futbolísticas más han trascendido, el hombre que llevó a la albiceleste a la conquista de su primer Mundial.

"Nací en una cancha de fútbol", ha explicado Menotti en alguna entrevista. Lo hizo en Rosario, en 1938, en la casa de sus abuelos. Pasó gran parte de su infancia en el barrio de Fisherton. Con 18 años se aventuró a jugar al fútbol sin descuidar sus intereses intelectuales. Se sacó el graduado en Ciencias Químicas mientras inició su carrera como jugador en Rosario Central. Jugó después en Racing, en Boca Juniors, un año en The Generals de Nueva York, junto a Pelé en el Santos, y en 1970 se retiró en el Juventus brasileño.

"Se puede dejar de correr, o dejar de entrar en juego durante largos minutos; lo único que no se puede dejar de hacer es de pensar"

Aquel delantero con capacidad para actuar como centrocampista necesitaba el fútbol para expresarse. Pronto se aventuró a dirigir equipos, con esa estampa de tipo delgado que en casi todas las fotografías aparece fumando con gusto. Dirigió a trece equipos distintos, pero sus conquistas se produjeron en tres: Huracán, la selección argentina y el Barcelona.

Tras debutar en un banquillo como segundo entrenador en Newell's Old Boys, recibe en 1972 la visita personal del presidente de Huracán, que confía en el criterio y el verbo de Menotti a pesar de su inexperiencia. Conquistó el campeonato Metropolitano de la mano de un plantel excelente de jugadores tales como Brindisi, Babington, Basile, Housemann o Larrosa.

Menotti llegó al Barça en 1983 por mediación de Maradona

Todos los equipos de Menotti tuvieron la premisa clara de que al fútbol se juega pensando. Siempre. Él mismo resumió su ideario así: "Un entrenador genera una idea, luego tiene que convencer de que esa idea es la que lo va a acompañar a buscar la eficacia, después tiene que encontrar en el jugador el compromiso de que cuando venga la adversidad no traicionemos la idea".

"Yo me siento torero, no banderillero"

La valentía de sus propuestas convenció a la AFA para encargarle la dirección de la selección en 1974, con apenas dos años de antigüedad en el gremio. Con su labor revolucionó las estructuras del fútbol argentino e hizo de la albiceleste un equipo estético y luchador. El gran éxito de su vida fue la conquista del Mundial de 1978, título disputado en casa en lo que fue una operación de imagen del régimen dictatorial de Jorge Videla. Argentina fue campeona del mundo por primera vez en su historia. Menotti cumplió con su parte, pero con el tiempo se sintió utilizado. "Fui usado. Lo del poder que se aprovecha del deporte es viejo como la humanidad. Nadie podía imaginarse que en esas horas se tiraban a los cadáveres al océano", explicó en una entrevista publicada en el diario Corriere Della Sera el 18 de junio de 2008.

La victoria mundialista no fue fácil en todos los órdenes. La prensa local no entendió antes del torneo que un joven llamado Maradona no estuviese convocado y Kempes sí. Los resultados dieron la razón al seleccionador. Kempes fue la estrella del campeonato y el máximo goleador con seis tantos, dos ellos en la final con Holanda. Maradona obtuvo el tiempo que necesitaba para confirmarse al año siguiente como la gran promesa argentina durante la conquista del Mundial Sub '20, también a las órdenes de Menotti.

El Flaco fichó por el Barcelona en marzo de 1983 para suplir al destituido Udo Lattek. El club atendió los consejos de su jugador franquicia, un Maradona que necesitaba de un técnico que le dejara hacer tanto dentro como fuera del campo. El Barça ganó la Copa y la Supercopa -entonces Copa de la Liga-. Al curso siguiente hubo vacío de títulos y los dos argentinos abandonaron el club. El jugador se marchó a Nápoles. El técnico se tomó dos años de excedencia lejos de los terrenos de juego.

"El fútbol es tan generoso que evitó que Bilardo se dedicara a la medicina"

Es también por esas fechas cuando nace su rivalidad con Carlos Salvador Bilardo. El nuevo seleccionador de Argentina acude a Barcelona a entrevistarse con el hombre que la había hecho campeona. Le pide su consejo, pero "Es una risa, viene, me vuelve loco a preguntas, le fundamento lo que le conviene, va allá y hace todo al revés. No algo, todo", comentó Menotti indignado a la prensa de su país. Así comenzó una guerra entre dos formas de entender el juego. La habilidad y el refinamiento de los poetas como Menotti frente a la táctica y el estudio de los filósofos como Bilardo.

Menotti se volvió nómada. Huyó de los contratos largos y acumuló etapas en una decena de equipos diferentes hasta que se retiró en 2010. Aunque fuera del día tras día del fútbol sigue siendo una de sus voces más autorizadas, el socorro perfecto para cualquier análisis. En marzo de este año sufrió una afección pulmonar que casi le cuesta la vida. Pese a todo, sigue impartiendo cátedra en su columna mensual en GMS, una filial de la agencia mundial de noticias DPA.

martes, 6 de septiembre de 2011

El fútbol y yo (Capitulo 1)

Comenzamos hoy, con la publicación de la introducción y el primer relato, una serie de relatos de Dadan Narval sobre la relación de un niño con el fútbol titulada “El fútbol y yo”, el cual le doy cierto retoques para hacerlo mas cercano y familiar. Éstos mantienen una coherencia cronológica, por lo que, a pesar de que pueden ser leídos individualmente, componen en conjunto una única historia. La serie aún está abierta, por lo que no sabemos la cantidad de capítulos que la compondrán. Iremos publicándolos paulatinamente, a medida que vayan siendo escritos. Esperemos que esta nueva sección del blog sea de vuestro agrado.

Gran parte de mis recuerdos de infancia, de aquellos que por ser más relevantes, por tener algún significado –aún a veces oculto- han resistido al tamiz del tiempo, están relacionados con el fútbol, con el balón, y con los anhelos que de niño canalizaba a través de él. En ocasiones, mientras paseo sin destino ninguno por el pueblo, pensando, o mientras fumo un cigarro en el balcón de mi casa o en algunas conversaciones con los amigos y compañeros de por aquel entonces, mi mente comienza una cadena de asociaciones que termina haciéndome evocar los tiempos en los que jugaba con la camiseta del CDFB Zalamea, que en aquellos tiempos llamábamos, la escuela de futbol.

Mis primeras visitas a campos de juego con renombre e historia, acompañado de mi padre en la mayoría de las ocasiones, o cuando mis amigos y yo formamos nuestro nuevo equipo, con nuestras flamantes camisetas, para jugar los campeonatos de verano.

Aún hoy me ruborizo recordando la importancia que para mí tenían los partidos con el CDFB Zalamea.

La mayoría los veía desde el banquillo, casi siempre sentado, al contrario de mis compañeros, que lo hacían de pie, jaleando a los que jugaban, profiriendo unos gritos que de mi garganta nunca salían, debido a mi carácter tímido, casi cobarde.

Desde ahí, entre las espaldas de los suplentes, veía a mi equipo jugar y desde ahí, desde el banquillo de un equipo infantil de un pueblo pequeño, mi mente comenzó a soñar con los grandes momentos que algún día viviría como futbolista. Para poder hacerlo, para que mis sueños no se tornaran dolorosamente imposibles, debía comenzar por justificar mi suplencia en el CDFB Zalamea.

Así, me imaginaba que era un jugador recién llegado de otro equipo, una figura internacional, pero que necesitaba “tiempo de adaptación”, como había leído que decían los comentaristas deportivos en la tele. Cuando me adaptara al nuevo entorno, a la nueva ciudad –no me costaba imaginar esto, aunque llevaba toda la vida viviendo allí-, sin duda, comenzaría a marcar goles y callaría las bocas de los que dudaban de mí... (continuará)