En un penalti el portero siempre piensa que la portería es grande y el lanzador que es pequeña.
El objetivo, desde el punto de vista de la preparación del portero, debe ser que a los dos les parezca lo más pequeña posible. Para ello nos podemos refugiar en la psicología y en el gesto del portero. En este artículo me voy a centrar en el segundo caso, y más adelante publicaré uno con el aspecto psicológico.
Durante mi experiencia como jugador y entrenador he observado en varias tandas de penalty en las que he podido comprobar como varios lanzadores lanzaban balones fuera debido a la desconcentración. Para ello el portero debe saber gesticular y moverse para que el delantero tenga la mente lo más nublada posible. El portero solo se puede mover en dos dimensiones (alto y ancho), no pudiendo avanzar hacia delante. Por tanto debemos jugar con estas variables:
El objetivo, desde el punto de vista de la preparación del portero, debe ser que a los dos les parezca lo más pequeña posible. Para ello nos podemos refugiar en la psicología y en el gesto del portero. En este artículo me voy a centrar en el segundo caso, y más adelante publicaré uno con el aspecto psicológico.
Durante mi experiencia como jugador y entrenador he observado en varias tandas de penalty en las que he podido comprobar como varios lanzadores lanzaban balones fuera debido a la desconcentración. Para ello el portero debe saber gesticular y moverse para que el delantero tenga la mente lo más nublada posible. El portero solo se puede mover en dos dimensiones (alto y ancho), no pudiendo avanzar hacia delante. Por tanto debemos jugar con estas variables:
- Cuerpo: debemos tener conciencia de que nuestro cuerpo sirve para moverse y que esos movimientos distraen al lanzador.
- Movimiento horizontal: hasta hace poco el portero no se podía mover encima de la linea, debía estar quieto, pero la eliminación de dicha regla da ventaja al portero, ya que el delantero puede ver como el lado al que ha decidido lanzar está cubierto antes del chut.
- Movimiento vertical: el portero puede saltar, agacharse e incluso ponerse de cuclillas ante un lanzamiento.
Con estas variables debemos dar rienda suelta a la imaginación y crear movimientos, rituales, muecas y despistes lo que hará que el delantero vea la portería más pequeña y dude en su lanzamiento, debiendo ajustarlo lo máximo posible aumentando la probabilidad de cometer un error.
Aprovechando esta oportunidad doy a conocer un libro que puede servir de mucha ayudar para los entrenamientos de porteros "Implicación y relación del portero en el juego colectivo". Libro teórico-práctico sobre la metodología a seguir en el entrenamiento del portero, relacionándolo con jugada reales del juego, expuestas por sus cinco invitados: Víctor Valdés, Palop, Gorka Iraizoz, Armando y Diego López.
Sin duda la experiencia en el día a día en cada sesión de entrenamiento, cada charla teórica, de video, en campo, en cursos, en jornadas técnicas, de manera formal o informal con los técnicos, con distintos porteros, compañeros y profesores me llevan, desde hace tiempo, a seguir creyendo que el portero tiene un rol más que importante en la implicación y situaciones del juego actual.
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