Un héroe es también aquel que en la búsqueda de su propio destino tiene que enfrentarse con sus dudas, temores, inseguridades, la influencia de otros que tienen miedo y nos dicen que no lo intentemos, que hay que ser igual a ellos. O seguir el camino de papá y mamá, de que si el padre es Médico el hijo también tiene que serlo, muchas veces el seguir una carrera no tradicional, como es el intentar ser tenista profesional o vivir del tenis, va en contra de lo que la sociedad nos indica: del mandato familiar, de la masificación adolescente de que no hay que destacarse, de que todos tienen que ser iguales, hacer lo que los demás nos indican y no lo que ha nuestro corazón lo apasiona y lo mantiene vivo.
Cuando estás haciendo algo que nadie ha hecho antes, cuando abres un caminos el cual solamente muy pocos pudieron transitarlo, es un camino peligroso, como si caminaras sobre el filo de una espada.
El camino de hacer lo que nos gusta o interesa es difícil, porque mas allá de los rivales que vamos a enfrentar, el camino puede estar bloqueado como en las historias de la Edad Media por un dragón, ese dragón es nuestro propio yo: nuestros miedos, nuestras dudas, el miedo a fracasar. Nuestra mente se invade de: Yo no puedo lograrlo, yo jamás podría hacer lo que hace fulano, yo no voy a ganar, yo no voy a intentarlo
Cómo derrotar a este Dragón que bloquea nuestro camino, algunos escapan sin luchar: gritando que no pueden, que estoy atrapado, tirando su espada (la raqueta), en esta lucha a muerte (cómo lo es cada partido de tenis ya que no existe el empate) si un héroe a de morir que sea peleando, el no intentar derrotar al Dragón sin pelear es que nos domina el miedo o de no saber como enfrentarlo.
No siempre es fácil encontrar la forma de vencer al Dragón, pero es bueno tener a alguien que te de una pista, diferentes maestros pueden sugerirte diferentes formas, no pueden decirte exactamente como librarte de tus miedos particulares.
Todo lo que un maestro o coach puede hacer es sugerir. Es como un faro que dice: “Aquí hay piedras, de un rodeo, aquí hay un canal donde puede pasar”
Pero es nuestra responsabilidad intentar los diferentes caminos, Freud nos enseña a culpar a nuestros padres por todas las faltas de nuestra vida y Marx nos enseña a culpar a nuestra sociedad, pero al único que hay que culpar es a nosotros mismos.
La aventura es peligrosa, el camino lleno recompensas, lleno de aspectos positivos y negativos, es un camino de alegrías y sufrimientos.
Es como los barcos, los construyeron para salir a navegar y enfrentar las tormentas, más seguro va a estar anclado en el puerto, pero no los construyeron para eso.
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